sábado, 29 de abril de 2017

Como evitar la inflamacion abdominal


La sensación de hinchazón abdominal es un problema que afecta con frecuencia a muchas personas,  siendo más habitual en las mujeres que en los hombres.

La inflamación del abdomen aparece  cuando hay una distensión del abdomen o tenemos esa molesta sensación de encontrarnos hinchados o con el vientre lleno sobretodo después de las comidas y suele empeorar a medida que pasa el día. Factores como el estreñimiento, una mala digestión o un exceso de gases en el intestino son algunas de las causas que producen la hinchazón abdominal.
Habitualmente, los gases se generan en el intestino grueso durante la digestión, a consecuencia de la fermentación de los alimentos que tiene lugar en este proceso, y por el aire que se traga al comer, haciendo que la persona se sienta inflada, y ocasionando a veces dolor abdominal.

Cómo podemos evitar la inflamación abdominal

Se recomienda masticar bien los alimentos, comer y beber despacio los líquidos, en especial, las bebidas con gas.
No hacer comidas demasiado copiosas.
Tomar infusiones digestivas después de comer. Existen infusiones naturales que son excelentes para prevenir y tratar  la desinflamación abdominal como la manzanilla, la menta poleo, el anís, hinojo, milenrama o comino.

Evitar los alimentos o platos muy grasos: alimentos fritos y rebozados, salsas con exceso de grasa, pastelería y bollería.
El yogur contiene bacterias que ayudan a equilibrar la flora del intestino por lo que están especialmente recomendados.
Dejar de fumar, evitar el sedentarismo y reducir en la medida de lo posible nuestros niveles de estrés, que puede llegar a alterar nuestro ritmo intestinal.
Mantener un peso adecuado: las personas con obesidad suelen tener más desórdenes digestivos.
Llevar una alimentación equilibrada.

Alimentos que nos ayudan a la desinflamación abdominal

Una alimentación equilibrada es la base para evitar la inflamación abdominal. Debemos incluir en nuestra dieta diaria  alimentos ricos en fibra como hortalizas frescas, verduras y frutas,  cereales integrales y las legumbres.  Además debemos consumir un mínimo de 2 litros de agua al día y tomar leches fermentadas con bifidobacterias -un tipo de probióticos que se encuentran sobre todo en los productos lácteos fermentados como el yogur, sobre todo el griego, kéfir y leche.
Carne magras o con poca grasa, pescados blancos o libres de grasas.
En cuanto a las formas de cocinado, las mejores son: hervido, al vapor, al horno o a la plancha.


jueves, 13 de abril de 2017

Alimentacion para recargar energía


La mejor manera de llevar el ajetreo del día a día es llevar una dieta saludable que incluya todos los alimentos que el cuerpo necesita para tener el aporte calórico y vitamínico que necesita.



Los hidratos de carbono y las grasas, nos brindan energía inmediata y estructural. Los carbohidratos son la base de nuestra pirámide alimenticia, son imprescindibles para que nuestro cuerpo pueda rendir y cumplir con todas las actividades. Nos aportan fuerza y vitalidad y son fáciles de digerir. En una dieta equilibrada el consumo de hidratos de carbono debe suponer la mitad de las calorías totales. Puedes obtenerlos de las siguientes fuentes de alimentos:
Cereales:  el arroz, el trigo, el maíz, la avena y el mijo entre otros. Estos alimentos son ideales e son ideales si vas a realizar ejercicio físico.
El pan: además de hidratos, incluye un alto grado de proteínas de origen vegetal y aporta muy poca grasa. Aunque es un alimento que suele suprimirse en las dietas, por su aporte calórico, los nutricionistas recomiendan consumir al menos 250 gramos de pan diarios. Un buen momento para comerlo es el desayuno, una tostada de pan integral con queso fresco o aceite. Si es integral mucho más sano.
Pastas: macarrones, espaguettis, etc. Son hidratos de carbono de absorción lenta, con lo que libera la energía poco a poco manteniendo por más tiempo la sensación de saciedad. Es por ello que se incluyen en las dietas de cualquier deportistas antes de la actividad física. El aporte de grasas es muy bajo, además no contiene colesterol sino grasas vegetales y en cantidades muy pequeñas (100 gramos de pasta contienen menos de 1 gramo de grasa). Mucho mejor si comemos pastas integrales que además nos aportan un alto contenido en fibra.
Azúcar: intentemos evitar el azúcar blanca ya que es mucho más saludable el azúcar morenos de caña, remolacha, miel o melaza ya que contiene minerales, vitaminas y aminoácidos que no tiene el azúcar blanco ya que en su proceso de refinado se han eliminado.  Es un alimento de asimilación rápida que nos aporta energía al instante. 
Frutas y verduras: no debe faltar la ingesta de al menos dos piezas de fruta diarias en una dieta saludable. La fruta es altamente beneficiosa para nuestra salud ya que nos aportan las vitaminas y minerales que el cuerpo necesita.
Frutos secos: nueces, almendras, castañas, etc. son fuente de salud. Sus altas propiedades nutricionales deben incorporarse a cualquier dieta saludable. Poseen una gran densidad calórica porque en poco volumen concentran calorías, pero al mismo tiempo, están repletos de nutrientes beneficiosos para el organismo. Entre las propiedades nutricionales destaca su alto su contenido en grasas saludables, como el  omega-3.


Leche y sus derivados lácteos: mantequilla, el queso, los yogures, etc. Los productos lácteos contienen la lactosa que es un tipo de azúcar  que se digiere de forma rápida gracias a una enzima llamada lactasa  que se producen  la mucosa intestinal, y que transforma la lactosa glucosa y galactosa. Sin embargo hay personas que con intolerancia a la lactosa que no la pueden digerir o no la digieren bien debido a la ausencia o disminución de esa enzima que es la lactasa en su conducto digestivo. Por suerte, hoy día existen en los supermercados gran cantidad de leches y productos lácteos sin lactosa para aquellos que no la digieran bien.
Las legumbres: como las judías , lentejas o garbanzos. Son alimentos saludables porque con  un alto contenido de hidratos de carbono, más de la mitad de su composición, son una fuente importante de nutrientes y además no aportan casi nada de grasa. Las legumbres, es uno de los platos fundamentales en la dieta mediterránea.
Tubérculos y raíces: como la patata o el boniato. Es un alimento fundamental para mantener a raya los niveles de azúcar en la sangre. Gracias a este contenido en carbohidratos complejos, también es ideal para aumentar nuestra energía.