jueves, 26 de marzo de 2015

5 consejos para mejorar la salud de la piel


La salud de la piel se gana en una batalla que se libra cada día, protegiéndonos adecuadamente del sol, dejando que el tabaco deje de hacer mella en ella, evitando todo lo que huela a estrés y, sobre todo, mimándola, hidratándola y lubricándola con aceites esenciales para alcanzar una textura ideal y saludable. 

jueves, 19 de marzo de 2015

En el nombre del sueño de los niños



El sueño de los niños. Dormir es fundamental para la salud humana, para el equilibrio de cualquier persona, pero mucho más para los niños y los adolescentes, para los que el sueño se convierte en una actividad reparadora fundamental que contribuye a la generación natural de su sistema nervioso.

Algunos estudios clínicos han demostrado incluso una relación directa entre la falta de sueño de los niños y su exceso de peso. Las investigaciones han determinado que la falta de sueño de los niños incrementa la actividad de las hormonas relacionadas con el apetito. Por otro lado, los niños cansados hacen menos ejercicio y, en consecuencia, queman menos calorías, lo que abre la puerta al exceso de peso.

Las horas de sueño de cada niño dependen de su edad, así, un niño de entre 3 y 5 años, va a necesitar 13 horas de sueño efectivo, un niño algo mayor, de 5 a 12 años, 11 horas, de 11 a un adolescente de 17, 9 horas o algo más.

¿Qué se debería hacer para garantizar un tiempo de sueño reparador para niños pequeños y adolescentes? Veamos algunos consejos sencillos pero de gran valor para convertir el acto de dormir en un buen hábito:

-Retire los televisores, los ordenadores o cualquier otro aparato de sonido del dormitorio de los niños. Evitará que se 'cuelguen' de ellos.
-Evite las comidas copiosas antes de dormir. Facilitará la digestión y la llegada del sueño que será, sin duda, reparador.
-Haga del acto de dormir una rutina. Éso significa acostarse a las mismas horas. Sea firme en ello.
-Asegúrese de que la habitación de los niños es un lugar suficientemente oscuro, tranquilo y relajante como para que por sí solo invite al sueño. Asegúrese también de que no es ni demasiado frío ni demasiado caluroso. Temperaturas por encima de los 32 grados en un cuarto de dormir son insufribles para el sueño. Lo convierten en una tarea imposible. Hay estudios que señalan esa marca de los 32 grados centígrados como crítica, aunque las sensaciones térmicas y los niveles de humedad juegan también su papel.
-Las tareas escolares deben terminar mucho antes de que se vayan a la cama. Pueden producirles un estado de excitación o de hiper atención que les impida la relajación necesaria para encontrarse con el descanso. Algo básico para el sueño de los niños.


martes, 10 de marzo de 2015

Mamografías, seguros para la salud femenina



https://www.flickr.com/photos/talcahuanofotos/4638585539/
Las mamografías representan una fórmula de análisis extraordinariamente útil para saber del estado de las mamas con la finalidad de adelantarse al desarrollo de los tumores. Se trata de un análisis cuyo valor está en la regularidad de los controles.

Las mamografías son pruebas médicas simples y económicas. El objetivo es explorar cuidadosamente los senos de la mujer. Y, aun más, también en los pechos de los hombres de edad que han desarrollado patologías previas y que pueden ser candidatos al desarrollo de procesos tumorales.

Las mamografías consisten en el uso de rayos X en dosis muy bajas que permiten evaluar el tejido de los senos, evaluar la zona de los pezones, observar la epidermis y las capas de piel profundas, pero también los músculos relacionados con el área pectoral y los que los enlazan con las axilas.

Las mamografías suelen ser de dos tipos, las de exploración y la de diagnosis. La primera rastrea la zona pectoral en busca de irregularidades, de anomalías en los senos, rastros que pueden esconder tumores o lesiones no advertidas.

Una mamografía de diagnóstico se orienta a la búsqueda de procesos tumorales o lesiones asociadas que han sido detectadas por el facultativo en una exploración previa. Bien palpando, mediante la observación visual o con cualquier otro análisis.

Las mujeres mayores lo tienen más fácil, la abundancia de tejidos grasos en sus mamas revela con más claridad las lesiones a detectar. En las mujeres más jóvenes, no resulta tan fácil.

Por esta razón, las radiografías están recomendadas para las mujeres de más de 35 años y las ecografías de los senos -o cualquier otra técnica a su altura- se recomiendan para las de menor edad, porque permiten un mayor contraste en la visualización de los tejidos de las mamas.

Los especialistas buscan en las mamas una mancha contrastada y definida, pero lo habitual es el cruce de los datos de diferentes pruebas, si de lo que se trata es de conseguir un diagnóstico seguro.

Los especialistas tienen a su disposición una escala internacional homologada con la que evaluar las pruebas de las mamografías. Esta escala va del cero al seis. Cero supone una mamografía que no se revela como una prueba fiable para emitir un diagnóstico; seis, lo contrario.

La mujer que acude a una prueba de mamografía pasa por una prueba que consiste en exponerse a la compresión de sus mamas con el uso de dos paletas que sobresalen del equipo de exploración.

Para las mujeres especialmente sensibles, que no toleran este tipo de acciones físicas, se busca conocer su momento hormonal para encontrar el momento más adecuado para la exploración, un momento en el que su sensibilidad no sea tan acusada.


Mamografías, seguros para la salud femenina.

viernes, 6 de marzo de 2015

Café sólo, sin su mitología de salud



El café es un producto de consumo popular, tanto, que ha llegado a desarrollar una serie completa de mitos. Mitos, que como cualquier manifestación de la cultura humana, se mueve entre extremos e irrealidades. Muchos de esos mitos del café guardan relación con la salud.

Así, se dice del café que su cafeína es un factor serio y desencadenante de los infartos de corazón. Y que, por si fuera poco, hace mucho por desarrollar patologías como la gastritis. Al café se le hace incluso incompatible con afecciones en el hígado.

El café en realidad no es ni mejor ni peor que otras bebidas y alimentos cuando está en curso un problema de salud grave. Los alimentos están formados por una química particular y esa composición interactúa sobre los disolventes que son nuestros fluidos corporales.

Hablemos de la gastritis y del café. El café estimula el desarrollo de las secreciones gástricas, de la bilis en el hígado y de la misma saliva en la parte correspondiente de la boca. Aún más, el café hace mucho por estimular los procesos de absorción de nutrientes en el intestino, por mejorar el paso de los alimentos por ellos, y, por extensión, la digestión.

No hablamos de gastritis ulcerante, que lleva aparejada una saliva ácida, y en la que el café sí puede ser un factor negativo.

Sobre las patologías hepáticas, la cirrosis, la hepatitis vírica o la esteatosis, decir que suelen llevar aparejados procesos de oxidación. El café con sus polifenoles, que son notables antioxidantes, no sólo no resultan perjudiciales, sino que actúan como agentes que mejoran esas deficiencias de salud.

Y por último, el caso de la cafeína y su dependencia. Para nada. Se suele confundir sus propiedades activadoras de la atención y de las estimuladoras de la actividad física con la reactividad de las drogas que sí hay que temer por su dependencia. El café está lejos de poseer los efectos alucinógenos de las drogas que conocemos o de las que hemos oído hablar.

El café sólo, sin su mitología.