martes, 18 de noviembre de 2014

La cerveza entra en la pirámide de la alimentación saludable


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La cerveza está tomando un papel protagonista que se deriva de su presencia milenaria en decenas de culturas. Un reciente estudio desvela que la cerveza contribuye a disminuir los niveles de colesterol malo (LDL), mientras incrementa los buenos (HDL). Poniendo en duda también la certeza de que la cerveza engorda y destacando las ventajas para la salud cardiovascular.

Cerveza milenaria

Desde pequeños se nos ha dicho que fueron unos monjes alemanes quienes inventaron la cerveza. Recientes investigaciones sufragadas por National Geographic demuestran que la cerveza se viene elaborando desde el Paleolítico, con diversas recetas que se han perfeccionado hasta nuestros días. Sí es cierto que el monasterio Weihenstephan fue la primera fábrica de cerveza, y que el nieto de los Reyes Católicos, Carlos I, introdujo su consumo desde Flandes donde era muy popular, introduciendo la cerveza en la dieta mediterránea.

La cerveza no engorda

El reciente estudio elaborado por la catedrática en Nutrición de la Universidad Complutense de Madrid, Rosa María Ortega, y Lluís Serra Majem, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública, presidente de la Academia Española de Nutrición, pone de manifiesto algunas verdades que contrastan con las que hasta ahora se tenían por ciertas.
Los datos revelan que las personas que beben cerveza de forma moderada (máximo dos o tres cañas al día) presentan un diámetro abdominal inferior a aquellas que no la consumen o lo hacen de forma más abundante. Los responsables de la investigación aconsejan incluir la cerveza dentro de la dieta mediterránea, siempre que su consumo sea moderado y por adultos sanos. Una recomendación que se deriva de los ingredientes naturales presentes en el líquido dorado: vitamina B, fibra, minerales, antioxidantes y agua. Una cerveza, apuntan los profesores, aporta 85 kilocalorías (el 5% de la cantidad diaria recomendada).

La salud cardiovascular y la cerveza

La cerveza también aporta beneficios a la salud cardiovascular, especialmente la cerveza sin alcohol. Este líquido es rico en hidratos de carbono, minerales y polifenoles con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, con beneficios para la salud cardiaca. Según los investigadores, las personas sometidas al estudio (con edades comprendidas entre 18 y 50 años) no experimentaron una mayor presión arterial, con un consumo de cerveza moderado. Al mismo tiempo que se detectó un nivel mayor de HDL (colesterol bueno) en las mujeres y niveles inferiores a la media de colesterol malo en los hombres.

Publicado por Samuel Donn

Samuel es un estudiante de medicina de 23 años, apasionado por el deporte y la vida sana. Aunque su pasión superior es la tecnología y las redes osciales. Publica en este blog con cariño y ¡mucha salud! (y que dure...)

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