El agua es una fuente extraordinaria de vida y salud cuyas propiedades
beneficiosas se conocen desde la antigüedad. Tanto a nivel interno, con su
ingesta, como a nivel externo, aplicada mediante baños y duchas a distinta
presión y temperatura, el “poder” del agua y sus efectos en nuestro organismo
resultan evidentes.
El cuerpo humano, formado en más de un 60% por agua, necesita
hidratarse para realizar correctamente sus funciones vitales, entre ellas,
distribuir nutrientes y eliminar toxinas y grasas, pero, además de
proporcionarnos “vida”, el agua es también una fuente de salud y bienestar.
Al igual que hace siglos en las termas romanas o en los baños
árabes, dónde el agua era la clave de múltiples terapias, los actuales balnearios y spas se han convertido
en “templos” para el cuidado personal, tanto físico como psíquico.
Fuente: www.andorraconventionbureau.com
En los balnearios, el poder terapéutico de las aguas
minero-medicinales puede ayudar al alivio de numerosas dolencias. Mejorar el
correcto funcionamiento del sistema circulatorio, potenciar el sistema
inmunológico (alergias), corregir anomalías cutáneas o aliviar dolencias
musculares y articulares entre otros. A nivel psíquico, los beneficios del agua
son también notables pudiendo actuar, de forma beneficiosa, en casos de estrés,
ansiedad, depresión y otras patologías con consecuencia directas sobre el tono
muscular. I es que, según la terapia aplicada, el agua es capaz tanto de tonificar como de relajar cuerpo y espíritu.
Caldea: uno de los mayores centros termolúdicos de Europa.
Junto a los balnearios y spas han surgido nuevos centros como
Caldea en Andorra. Centros termolúdicos que combinan ocio, diversión y tratamientos
terapéuticos con el agua como elemento base ideales para pasar unos días de
“desconexión” al mismo tiempo que cuidarse y recuperar energías. Aunque los más
movidos también podrán disfrutar del agua en su estado sólido completando la
escapada con la visita a alguna de sus estaciones de esquí.
Fuente: www.caldea.com
Fuente: www.caldea.com
El centro termolúdico de Caldea (uno de los más grandes de
Europa), rodeado de montañas en pleno corazón del País de los Pirineos, es un
ejemplo de cómo unir el poder terapéutico del agua con su aspecto más
divertido. Las aguas termales de
Caldea proceden de los manantiales de la localidad de Escaldes-Engordany.
Brotan a una temperatura de unos 70°C y son ricas en azufre y otros minerales como
el sodio, el calcio o el potasio. Poseen propiedades cicatrizantes,
descongestionantes y antiinflamatorias, lo que las convierte en un remedio
natural para el alivio de numerosas dolencias.
Son muchos los tratamientos específicos que ofrece el centro,
pero al mismo tiempo sus instalaciones cuentan con distintos espacios pensados
para combinar ocio y relax. El
completo circuito termal de su gran laguna interior con cascadas, tazas de
hidromasaje, cuellos de cisne, etc.; las piscinas exteriores, los baños
indo-romanos, las saunas, las áreas de fitness
y otros espacios componen este centro termolúdico dónde todo está pensado para cuidar cuerpo y mente mientras descansas y
te diviertes.
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