Hablemos
del protector solar. El sistema SPF, por sus palabras en
inglés, Sun Protection Factor, es la medida técnica relacionada con
la eficacia de un protector solar para proteger la piel.
Cuanto más elevado sea el SPF, más alta será la protección solar.
Lo
que indica el SPF es la cantidad de radiación ultravioleta que es
necesaria para desarrollar una quemadura en la piel por efecto del
sol y con el protector solar aplicado. Todo, de acuerdo con la
cantidad de rayos ultravioletas necesaria para desarrollar una
quemadura similar si el usuario no se hubiera puesto protector
solar.
Así,
un protector solar SPF 30 protege hasta haberse expuesto la
piel a treinta veces la cantidad de energía solar con la que se
sufriría una quemadura en circunstancias normales.
Otras
causas
Pero,
la cantidad de energía solar a la que un bañista expone su piel no
sólo depende del tiempo que éste permanezca expuesto al sol, sino
también a la hora del día en que se expone.
Y
es que los rayos de sol han de atravesar capas más gruesas de la
atmósfera por la mañana y por la tarde. Al mediodía, la intensidad
resulta mayor en tanto que la atmósfera es más tenue cuando el sol
está en su zénit.
Pero
hay más factores que inciden sobre la intensidad con la que los
rayos solares afectan a nuestra piel, factores como:
-
Las cualidades físicas de la piel de las personas.
-
La cantidad de protector solar aplicado y la frecuencia con la
que se realizan las aplicaciones de crema solar.
-
Actividades que se realizan durante el tiempo de exposición al sol,
sin ir más lejos, bañarse en el agua. Algo que hace perder la
cubierta del protector solar de una manera más rápida.
-
La proporción de protector solar que la piel absorbe o ha
absorbido.
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