martes, 30 de diciembre de 2014

Cuida tu salud también en la nieve


By on 6:53


Si estás deseando que llegue el frío para poder disfrutar de los deportes de invierno o simplemente pasear con un manto nevado a tus pies, a continuación te proponemos unas sencillas pautas que te ayudaran a cuidar tu salud y la de tu familia mientras disfrutais de la nieve.

En primer lugar, si nos acompañan  niños pequeños  debemos tener en cuenta que pueden ir a la montaña perfectamente hasta 1800 metros siempre y cuando hagamos una ascensión gradual dando  lugar a que sus cuerpos se acostumbren a la presión. Igualmente, tenemos que tomar precauciones extra con respecto al frío, hay que proteger especialmente sus manos y pies ya que son más sensibles que los nuestros y mantener cubiertas sus cabezas y bocas. Además, tenemos que tener presente que con sus juegos pueden mojar sus ropas, por ello debemos llevar siempre bastante ropa para que puedan cambiarse, eso sí, de forma rápida y lógica, procurando que en ningún momento queden expuestos al frío.
Otro riesgo a tener en cuenta por todos  es que en la alta montaña la nieve refleja un 80% de radiación ultravioleta, que sin la protección adecuada puede derivar en lesiones oculares como oftalmía o “la ceguera de la nieve” que produce dolor ocular intenso, enrojecimiento, intolerancia a la luz, quemazón, lagrimeo o pérdida de agudeza visual... estas lesiones tratarse por un oftalmólogo y normalmente el paciente se recupera en unas 24-48 horas, salvo en casos de una exposición prolongada que puede suponer alteraciones en los tejidos oculares, cataratas y otras consecuencias igualmente nefastas. Para proteger nuestro ojos es aconsejable utilizar gafas con un nivel de protección a la radiación ultravioleta 4, según el estándar europeo. En el caso de los niños es aconsejable  limitar el tiempo de exposición y ponerles una gorra visera si suelen quitarse las gafas.
Por otra parte, el viento, la humedad, el frío y la altitud pueden castigar nuestra piel y dar lugar a sabañones en manos pies y orejas, urticarias, quemaduras solares, herpes labiales pudiendo incluso producirse congelación de la piel si añadimos a la ecuación que la velocidad en descensos propicia la pérdida de calor. Para evitar estas lesiones te recomendamos utilizar cremas que ayuden a proteger tu piel, tanto hidratantes como protectores solares con un factor superior al 30 y resistentes al agua, así como bálsamos labiales con protección ultravioleta, renovando su aplicación cada poco tiempo ya que el sudor acorta su tiempo de acción.

Publicado por Samuel Donn

Samuel es un estudiante de medicina de 23 años, apasionado por el deporte y la vida sana. Aunque su pasión superior es la tecnología y las redes osciales. Publica en este blog con cariño y ¡mucha salud! (y que dure...)

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