Con ocasión del Día mundial de las personas sordas (último fin de semana de septiembre) miles de personas han salido a la calle para poner de manifiesto un problema que afecta a muchas más personas de lo que parece. Según fuentes de la organización del evento, más de un millón de personas en España tienen alguna deficiencia que les impiden oír bien. Aproximadamente un 8% de la población tiene una discapacidad relacionada con la sordera. Lo que nos lleva a plantearnos algunos consejos para evitar problemas de oído en el futuro y prevenir enfermedades auditivas.
A pesar de que la sordera se asocia a edades avanzadas, cada vez es más usual detectar en jóvenes y niños síntomas de problemas de audición. La responsabilidad de la carga genética es indiscutible en algunos casos. Sin embargo, los médicos advierten de la propensión a sufrir enfermedades auditivas relacionadas con los hábitos y la influencia ambiental. La profusión de sonidos y la exposición a equipos electrónicos de consumo con auriculares puede provocar los primeros síntomas de la sordera. Como siempre, el consejo es que ante la presencia de síntomas que hagan sospechar del padecimiento de alguna anomalía, en este caso problemas de audición, acuda al médico y solicite un control auditivo.
En contra de lo que cabría esperar, los bastoncillos de para la limpieza de los oídos suelen provocar problemas de audición. Cualquier objeto que se introduce en el conducto auditivo provoca daños en las paredes del oído. El cerumen se acumula al final del conducto, incrementando el riesgo de originar un tapón en el oído. El cerumen protege al oído. Cuando la cantidad es abundante es el propio oído el que se deshace del sobrante. Si bien se pueden utilizar sueros adecuados para facilitar la limpieza.
Los otorrinos también aconsejan el uso de auriculares de gran tamaño. La moda está imponiendo la vuelta de los grandes auriculares situados en el exterior de la oreja. Estos modelos son preferibles a los pequeños auriculares que se introducen dentro del oído. El volumen de la televisión y equipos electrónicos de consumo también influye. Un sonido constante elevado provoca que oído se proteja, siendo necesario cada vez mayor volumen. Si hay en la casa un miembro de la familia para el que la tele siempre está baja de volumen, puede ser que está manifestando los primeros síntomas de una enfermedad auditiva.
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